Hola, colega.
Si estás leyendo esto, probablemente eres un psicólogo recién egresado o llevas un tiempo en el campo y te enfrentas a la misma pregunta que nos ha quitado el sueño a miles: "Tengo mi título y mi cédula profesional... ¿eso es suficiente para dar psicoterapia?"
Es la gran duda. Terminamos la carrera, celebramos, tramitamos la cédula, y de pronto, la responsabilidad de la práctica clínica se siente abrumadora. ¿Te suena familiar? La respuesta corta es: legalmente sí, pero éticamente... es complicado.
Vamos a desglosar esto, porque la diferencia entre "poder" y "deber" es el corazón de nuestra profesión.
1. El Fundamento Legal: Lo que SÍ te permite la Cédula
Vayamos a la base. En México, el ejercicio de las profesiones está regulado por el Artículo 5° de la Constitución. Para la psicología, esto se traduce en:
- Tu Título de Licenciatura en Psicología acredita que completaste el plan de estudios.
- Tu Cédula Profesional Federal (expedida por la DGP) es la autorización legal del estado para que puedas ejercer la psicología en el territorio nacional.
En términos estrictos, la ley no especifica una sub-cédula para "psicoterapeuta". Tu cédula de Licenciado en Psicología te habilita para ejercer la psicología, lo cual es un campo amplísimo (organizacional, educativa, social, clínica, etc.).
Entonces, ¿puedo poner un consultorio y recibir pacientes? Legalmente, sí. La Ley General de Salud nos menciona como profesionales de la salud mental. No estás cometiendo un acto de usurpación de profesión si tienes tu cédula.
Pero aquí es donde la cosa se pone seria.
2. El Fundamento Ético: El "Pero" Gigante de la Competencia
Aquí es donde separamos al "licenciado" del "clínico competente". Nuestro Código Ético del Psicólogo, publicado por la Sociedad Mexicana de Psicología, es nuestra brújula moral y profesional.
Este código se basa en principios claros, siendo el más relevante para esta duda el de "Competencia y Honestidad".
El código (en sus diversos artículos sobre competencia) nos dice que los psicólogos:
"...sólo prestamos servicios... para los que estamos capacitados y contamos con la educación, formación, o experiencia supervisada."
Piénsalo con esta analogía: tu cédula de licenciatura es como una licencia de conducir estándar. Te permite legalmente manejar un auto. Pero, ¿manejarías un tráiler de doble remolque en una carretera peligrosa (digamos, un caso de Trastorno Límite de la Personalidad con ideación suicida) solo con esa licencia?
La licenciatura nos da las bases teóricas, el "mapa" general de la psicología. No nos da el entrenamiento práctico y especializado para manejar las complejidades de todos los modelos terapéuticos (TCC, Psicoanálisis, Sistémico, Humanista) ni de todos los trastornos.
3. La Diferencia Clave: Psicólogo vs. Psicoterapeuta
Esta es una distinción crucial que genera mucho flujo de búsqueda y confusión.
- Psicólogo: Es el título que te da la licenciatura. Puedes hacer evaluación, diagnóstico, intervención breve, consejería, orientación vocacional, etc.
- Psicoterapeuta: Es un rol de especialista. Implica que, además de ser psicólogo (o a veces médico-psiquiatra), has cursado un posgrado (maestría, especialidad o un diplomado robusto con supervisión) en un modelo psicoterapéutico específico.
Dar psicoterapia no es solo "echarle ganas" o "ser bueno escuchando". Es aplicar un método científico y sistematizado que requiere entrenamiento deliberado, profundo y, sobre todo, supervisado.
4. Los Riesgos de Empezar "en Frío" (Solo con la Licenciatura)
Si decidimos lanzarnos a la práctica clínica avanzada sin la formación de posgrado, nos enfrentamos a dos riesgos enormes:
Riesgo de Iatrogenia: Es decir, causar daño al paciente. Podemos revictimizar, aplicar técnicas incorrectamente, patologizar en exceso o, peor aún, no detectar focos rojos (como riesgo suicida o abuso) por falta de pericia.
Riesgo de Burnout: Te vas a "quemar". Atender casos complejos sin las herramientas adecuadas y sin un supervisor que te sostenga es una receta para el desgaste profesional, la ansiedad y el síndrome del impostor.
5. Conclusión: El Camino Responsable del Clínico
Entonces, colega, ¿basta la cédula de licenciatura?
Legalmente, es el punto de partida. Ética y profesionalmente, es solo el inicio.
Si tu vocación es la clínica, tu cédula es tu boleto de entrada, no el destino final. La ruta responsable para convertirte en un psicoterapeuta sólido en México se ve así:
Sí, puedes empezar, pero hazlo con honestidad.
- Limita tu práctica a lo que sí te formó la universidad: consejería, intervención en crisis de primer nivel, orientación y psicoeducación.
- Busca SUPERVISIÓN CLÍNICA: ¡Esto es innegociable! Encuentra un psicoterapeuta experimentado que supervise tus casos. Es la forma más antigua y efectiva de aprender el oficio.
- Inscríbete en un Posgrado: Empieza a buscar activamente una maestría en psicología clínica, una especialidad o un diplomado serio (de más de un año, con práctica y supervisión) en el modelo que más te interese.
- Toma tu Propia Terapia: No podemos llevar a nadie a donde no hemos ido nosotros. El autoconocimiento es nuestra principal herramienta de trabajo.
Tu cédula no es un permiso para hacerlo todo; es la base sobre la cual construirás tu verdadera competencia como psicoterapeuta.
Referencias:
- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (Específicamente el Artículo 5° sobre la libertad de profesión y su regulación).
- Ley General de Salud (México). (Específicamente los artículos relacionados con la Salud Mental y los profesionales de la salud, como el Art. 79).
- Ley Reglamentaria del Artículo 5° Constitucional. (Relativa al ejercicio de las profesiones en la Ciudad de México -y referente para los estados-).
- Código Ético del Psicólogo (2010). Publicado por la Sociedad Mexicana de Psicología, A.C. (Específicamente el Capítulo II: "De la competencia y honestidad del psicólogo").